La innovación consiste en utilizar conocimiento para
construir un nuevo camino que lleve a una determinada meta. Cada proceso de
innovación es específico para cada caso, y muy probablemente no sirva para
abordar otros retos. Es por ello que resulta complicado definir de forma
estricta un método para innovar. A veces se dice también que carece de lógica,
porque aborda problemas que aún no se han descubierto o crea necesidades. En
cualquier caso, en este artículo voy a intentar expresar lo que entiendo yo por
innovación.
Casi a modo de consenso puede afirmarse que la innovación se
asocia al progreso de la sociedad: innovar es aumentar el valor de la sociedad
y de lo que ella hace. Innovar es, de hecho, una necesidad vital que en todo
momento realizan los seres humanos con el fin de progresar. Obviamente, la
frecuencia e intensidad con la que se realizan los procesos de innovación
depende de una gran cantidad de circunstancias que afectan a la persona, como
por ejemplo su condición social o económica.
En términos generales, innovar es conseguir un fin a través
del conocimiento, siguiendo un camino que no se había seguido previamente. A
pesar de tan elevada definición, innovar no es algo que constituya un gran
mérito personal ya que es algo que todo el mundo realiza a diario, aunque sea a
bajo nivel.
Por otra parte, al contrario que otras muchas cosas, la
innovación nunca llega a su fin. Es un camino desconocido que nos lleva a una
meta, y que una vez descubierto y recorrido lleva a otros caminos desconocidos.
A veces no se llega a la meta prevista: el camino no llevaba a dónde se
esperaba. Y en este caso la solución es, para variar, más innovación. La
innovación también es futuro, porque por definición aborda escenarios futuros (¿qué
quiero conseguir y cómo lo voy a hacer?).
Pero la innovación tiene un coste, no es gratis. El coste no
sólo es económico, sino también de gestión. Y no resulta sencillo ni barato
gestionar algo tan caótico como la innovación, cuyos resultados son
imprevisibles. A pesar de esto, el coste de hacer innovación siempre es
inferior al coste de no hacerla (en término de costes futuros o ganancias que
no se tendrán).
En definitiva: innovar es una actitud, una creencia de que
para mejorar la situación actual hay que hacer algo diferente y de que el
futuro puede ser mejor que el presente.
http://www.eoi.es/blogs/redinnovacionEOI/2015/09/03/que-es-la-innovacion/
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